La ubicación es ideal, junto al metro y en un barrio encantador. Las habitaciones están completamente remodeladas y lucen modernas. Sin embargo, la cama era un poco incómoda, demasiado dura para mi gusto, y noté que la atención al cliente no estaba disponible todo el tiempo. El desayuno en el restaurante era muy bueno, especialmente el pescado a la parrilla que disfruté.

La ubicación es excelente, muy cerca de la Plaza Cataluña y del transporte público, lo que facilitó nuestro traslado. La cercanía a una universidad histórica también le da un toque especial al entorno. La habitación era amplia y el ambiente era acogedor, ideal para descansar después de un día explorando la ciudad. Además, disfrutamos de un buen desayuno, que ofrecía variedad y calidad.

La entrada del hotel estaba en obra, lo que hizo que la llegada no fuera muy acogedora.

Las habitaciones son amplias y modernas.

Lamentablemente, la entrada al hotel es poco acogedora y se encuentra en obras, lo que dificulta la llegada y salida. La falta de personal en la recepción también fue un inconveniente. tuvimos que buscar a alguien en el bar para recibir las llaves. Además, la habitación no cumplió con lo que esperábamos según la descripción, ya que la vista era decepcionante.

Los embutidos del desayuno fueron una delicia, y el Bar Estudiantil a un paso fue un hallazgo gourmet. valoré la amplitud de la habitación que nos permitió relajarnos después de un día ajetreado.

La entrada del hotel estaba en construcción, un poco desabrida al principio, y aunque la TV falló un par de veces, el personal se mostró dispuesto a resolverlo rápidamente.

una joya en el corazón de barcelona para paseos memorables

Mi pareja y yo disfrutamos de nuestra estancia en este acogedor hotelito que se sitúa en el centro de la ciudad, lo que nos permitió ir a pie a varios lugares emblemáticos como la Casa Batlló y el Mercado de La Boqueria, a menos de diez minutos caminando. además, las habitaciones están decoradas con buen gusto y fueron muy cómodas para descansar después de explorar. Aunque la atención al cliente fue un poco limitada, lo que podríamos considerar como un pequeño inconveniente, la experiencia general fue muy positiva y repetiremos sin dudarlo en nuestro próximo viaje a Barcelona.

Un salto al vacío que ha merecido la pena

Una experiencia única a un precio accesible. La ubicación es excelente, justo junto al metro, y la atención del personal es inmejorable. Aunque la entrada al hotel es un poco confusa y el ruido de los bares aledaños puede ser molesto, el ambiente acogedor y la limpieza hicieron que valiera la pena cada momento.

Las habitaciones eran modernas y acogedoras, con un ambiente que invita a relajarse después de un día lleno de aventura. La disponibilidad de una salita de cafés para disfrutar de té y café a cualquier hora es un detalle muy valorado.

El hotel presenta una entrada poco acogedora, ya que se encuentra en un segundo piso sin ascensor, lo que puede ser complicado si llevas mucho equipaje. El bar donde se realiza el check-in estaba cerrado durante mi llegada, lo que causó un poco de confusión, y no vi señalización que indicara que el lugar era un hotel, lo que dificultó la entrada.

La entrada estaba en obras, dando una primera impresión lamentable. Además, la cama, lejos de ser cómoda, era apenas decente. Esperaba un trato especial, pero claro, eso es demasiado pedir. Casi escribo una buena reseña, pero simplemente no podía. No hay nadie en recepción para expresar mi descontento. Me sentí como un huésped común, ¡qué indignante!

la verdad es que las toallas estaban un poco viejas , pero la ubicación es excelente, el desayuno a la carta estaba muy bueno y el agua fresca disponible todo el tiempo es un gran detalle, además el personal fue muy amable y servicial.

Ubicación excepcional y desayuno variado.

la habitación era muy amplia, el desayuno era variado y de buena calidad. el acceso a la cafetería fue un gran detalle. el ascensor no estaba funcionando.

Las habitaciones eran espaciosas y estaban decoradas con buen gusto, ofreciendo un ambiente acogedor para descansar después de un día explorando la ciudad. Además, el café y té disponibles en cualquier momento son un detalle muy apreciado.

Una mejor señalización en la entrada sería útil.

satisfacción y un pequeño inconveniente

La ubicación es perfecta, a solo unos pasos de Plaza Catalunya. Aprecié el espacio común con heladera, microondas y servicio ilimitado de té y café que realmente ayudó después de un día agotador. El desayuno del Bar Estudiantil fue variado y delicioso, con la atención especial del personal que realmente hizo que nuestra estancia fuera memorable.

Sin embargo, noté que el servicio al cliente podría mejorar en horarios más nocturnos.